La parálisis facial es el fallo en un nervio facial, da como
resultado la pérdida total o parcial de movimiento muscular voluntario en un
lado de la cara.
El nervio facial se encarga de la movilidad de los músculos
de un lado de la cara, de dos músculos del cuello, controla la saliva, las
lágrimas y el gusto en la lengua. Con el fallo las órdenes nerviosas no se
llevan a cabo.
La parálisis se manifiesta como la imposibilidad de no poder
gesticular al querer sonreír, o desviación de boca, cerrar el ojo, levantar la
ceja, alteraciones en el habla, salivación excesiva, ausencia de lágrimas, etc.
Causas
- Daño o hinchazón del nervio facial.
- Daño en el área del cerebro que envía señales a los músculos de la cara.
- Tras la lesión directa del nervio en accidentes.
- En personas sanas, la parálisis facial se debe a la parálisis de Bell, una afección en la que el nervio facial resulta inflamado.
- Los defectos resultantes de una parálisis Idiopática o de Bell, pueden resolverse con el tiempo y tratamiento.
El tratamiento
El tratamiento de la parálisis de Bell debe llevarse acabo
inmediatamente en su aparición, para así conseguir los mejores resultados en la
recuperación.
En el caso en que el tratamiento conservador no haya
conseguido la recuperación de la función del nervio, existe la posibilidad de
realizar una reconstrucción quirúrgica. Los factores que se valoran dependen,
fundamentalmente, de la causa de la lesión y del tiempo de evolución.
Post operatorio
Después de una cirugía, gracias a la capacidad de aprendizaje,
el cerebro asimilara la nueva función del músculo injertado, que a partir de
entonces será el encargado del movimiento de la sonrisa. Para conseguirlo, el
paciente deberá hacer rehabilitación, así se llegara a los resultados más
óptimos.
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