Una de las etapas más importantes en la vida
de la mujer es la maternidad, esta genera cambios a nivel mental, sentimental y
físicos en su esfera personal. Una vez se es madre la mujer irradiará la
felicidad de este estado, sin embargo su imagen debe ser integral y los cambios
ocurridos durante el embarazo y la lactancia deben ser corregidos.
De manera fisiológica el organismo genera cambios hormonales
durante el embarazo, el útero por ejemplo pasa de un peso de 30 a 1100 gr.
aproximadamente, mientras que las mamas adquieren un tamaño al doble del
inicial.
Durante todo embarazo en conjunto, el aumento de peso es
vecino a 12 kg, especialmente durante los últimos dos trimestres, dado
principalmente por el peso del bebe, liquido amniótico, membranas fetales, y un
incremento de peso promedio propio de la mujer de 4.5 kg. En el embarazo es
frecuente que el apetito de la madre aumente, cuando los cuidados prenatales no
son buenos, algunas mujeres ingieren cantidades enormes de alimento, y el
aumento de peso, en lugar de los 12 kg. usuales, puede alcanzar 35 kg. o más,
generando cambios en el contorno corporal (abdomen, espalda, muslos y brazos),
que no se podrán recuperar después del parto con facilidad.
Posterior al parto empezará un proceso de involución de
dichos cambios:
Durante las cuatro o cinco semanas después el útero
involuciona. En cosa de una semana
disminuye a menos de la mitad del que tenía, a la cuarta semana puede ser tan
pequeño como antes del embarazo, disminuye la retención de líquidos y comienza
la pérdida de peso. La función hormonal sin embargo persiste en un promedio 6
meses posteriores al parto. Tiempo durante el cual la nueva madre debe adaptar
nuevamente su organismo, realizando ejercicio cardiovascular, para retomar los
contornos iniciales.
Sin embargo en algunas ocasiones los cambios físicos son tan
grandes, que requieren un manejo quirúrgico, por ejemplo a nivel de los senos:
Atrofia de estos posterior a la lactancia, generando senos
sin una buena proyección y forma, especialmente en la porción superior del
seno, o senos grandes con falta de proyección y caídos.
En estos casos la cirugía plástica estética ofrece varias
opciones entre ellas:
MAMOPLASTIA DE AUMENTO: Cuyo objetivo principal es mejorar
volumen y forma mediante el uso de implantes.
MAMOPEXIA: En este procedimiento el objetivo es subir los
senos que se han caído y aumentar su tamaño, este se puede mediante el uso o no
de implantes.
En cuanto al resto del contorno corporal, como mencionamos,
se genera un acumulo graso, de
predominio en la zona central (abdomen medio, cintura, caderas, muslos), que si
ha sido el aumento normal, será recuperado rápidamente en el postparto, pero si
este ha sido de manera exagerada requerirá de su corrección, en este caso, y si
no ha existido perdida de la elasticidad de la piel, y no hay una flacidez
marcada la paciente podrá realizarse una LIPOESCULTURA.
En los casos en que se hayan formado gran cantidad de
estrías por debajo del ombligo, por ruptura de las fibras colágenas de la
dermis, o que exista una pérdida de la elasticidad de la piel, de igual manera
si los músculos de la pared abdominal se tornan débiles, la paciente requiere
la realización de una MINILIPECTOMIA o LIPECTOMIA ABDOMINAL, dependiendo su
evaluación individual.
¿Cuándo realizar las
cirugías después del parto?
Como hemos mencionado, los cambios ocurridos durante el
embarazo son normales –fisiológicos-, y durante un periodo aprox. de 6 meses
los tejidos volverán a su normalidad, en la medida en que el proceso hormonal
disminuya, por lo que no se sugiere practicar procedimientos quirúrgicos antes
de este tiempo, de igual manera cirugías en senos, no se deben realizar antes
de que la etapa de lactancia se haya suspendido, y no exista producción de
leche.
Las cirugías en los
Senos no generan una disfunción de los conductos galactóforos (productores de
leche), no generándose por lo tanto alteraciones para una lactancia posterior.
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