La cirugía de nariz (rinoplastia) es una de las cirugías plásticas más
solicitados en la actualidad. Esta cirugía exige al cirujano plástico el máximo de
sensibilidad, refinamiento quirúrgico y análisis detallado de cada caso.
El objetivo de la rinoplastia es mejorar la armonía de la
nariz en relación con las estructuras faciales del paciente.
Como la nariz ocupa una posición central en la cara, el
tamaño y la forma de la nariz tiene un gran impacto en la apariencia de un
individuo.
La rinoplastia tiene la finalidad de remodelar la nariz.
Puede hacer que la nariz sea más pequeña o más grande, cambiar el ángulo de la
nariz en relación con el labio superior, cambiar la forma de la punta de la
nariz, modificar el dorso nasal, reducir el ancho nasal, así como el corregir
diversos defectos nasales.
La manipulación de los cartílagos
y/o los huesos es necesaria generalmente para lograr una estructura nasal
armoniosa, la cual debe ser agradable no sólo estética sino funcionalmente
también.
Las características de la nariz se heredan de los padres y
se desarrollan durante la adolescencia. El crecimiento nasal finaliza en
promedio a los 16 años de edad. Por lo tanto, poco aconsejable operar antes
de esta edad.
Los mejores candidatos para una rinoplastia son los hombres
y las mujeres que, estando en buenas condiciones de salud, presenten
alteraciones en la forma y/o función de la nariz, y que buscan mejorar la
apariencia, es importante tener expectativas reales de lo que se puede lograr
con este tipo de cirugía. La decisión de someterse a una cirugía plástica de
rinoplastia debe comenzar con una comprensión de lo que se desea lograr de esta
cirugía.
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